The 2-Minute Rule for Botanica Yerberia

Profecía vs. Brujería: Desenredar la maraña Mística

Así que tienes una curiosidad por lo arcano, ¿eh? Bueno, arregla, porque nos estamos sumergiendo descuidadamente en un remolino mágico donde las líneas se difuminan, las sombras se estiran y la hecho baila justo de nuestro alcance. Estamos hablando sobre adivinación y brujería: dos palabras usualmente arrojadas por todos lados como confeti en una encantador desfile, todavía créeme que no son la misma cosa. Ni por asomo.

Profecía: El Arte de Ver Lo Invisible

Empecemos con la profecía. Imagínate esto: estás descansando enfrente de una adivina, las luces de las velas parpadean, y ella extiende las cartas delante de ti. Sus ojos estrechan, no con sospecha todavía con concentración, mientras mira dentro de los iconos desnudos sobre la mesa. ¿Qué está haciendo? Está practicando adivinación, un arte de los viejos tiempos que se trata descubrir lo desconocido, echar un vistazo detrás de la cortina planetaria, por así decirlo.

Profecía tiene esta vibra de buscar soluciones, pero no en el sentido de movilizar o ajustar fuerzas. No, es más como ajustar justo en una frecuencia que ya disponible. Ya sea leyendo hojas de té, echando runas o fijamente dentro de una bola de cristal, los adivinos no están mucho transformando el futuro como vislumbrándolo. Son como a investigadores planetarios, ensamblando las ideas dejadas por el universo. Piense en como los intérpretes del universo, convirtiendo los refinados murmullos del destino en algo que nosotros, simples mortales podemos comprender.

No se trata de| se refiere a| sobre el poder; tiene que ver con la suposición. Es el arte de ver lo que no se ve, lo que está oculto, lo que no se detecta, de reconocer los patrones que se tejen a través de el tiempo y el espacio. Las estrellas, las cartas, los huesos... todos tienen una historia que contar, ¿y los adivinos? Son los narradores.

Hechicería: el arte de doblegar la realidad a tu voluntad

Ahora, hablemos de hechicería. Mientras que la adivinación es el acto pasivo de ver, la hechicería es el arte activo y a veces agresivo de hacer. Cuando escucha las palabras "brujería", tu mente posiblemente crea fotografías de números vestidos con túnicas escupiendo nigromancias, palos crujiendo con energía arcano, o calderos burbujeando con quién sabe qué. Y honestamente, tú no estarías también lejos.

La brujería se trata ejercer influencia, doblar el mundo natural a la voluntad de uno ciertamente mediante hechizos, bellezas y rutinas. Se trata de hacer que cosas tengan lugar, {se trata de tomar el control y ajustar las fuerzas que se arremolinan a nuestro alrededor. Ya sea lanzar un maleficio, movilizar un espíritu o crear una poción que hará que alguien se enamore perdidamente de él, la brujería está llena de acción con un recursos 'A.'.

Sin embargo seamos reales: no todo es balbuceo a la luz de la luna y {siniestra| siniestra| amenaza| click here historias aterradoras. La brujería puede ser tan benigna como un hechizo completamente suerte o tan oscura como una maldición que permanece en las sombras. Tiene obtiene un espectro, un arco iris de intenciones, varía desde el blanco hasta el negro, con todos los grises intermedios. ¿El cuerda típico? La brujería trata el poder: trata de {aprovecharlo| utilizarlo| usarlo, poseerlo y, para mucho mejor o peor, transformar el programa entre comprender el mundo y cambiarlo. Lo cual, mi amigo, es una elección que apenas puedes hacer.

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